Placas para el cultivo celular, mejoras que simplifican tus experimentos

El procedimiento que nos permite cultivar células ya sea de mamíferos, plantas, o insectos en el laboratorio tiene ya casi 100 años de desarrollo. Actualmente se cuenta con un buen número de líneas celulares “inmortales”, con el conocimiento de las sustancias que las células necesitan para crecer, diferenciarse y producir ciertas moléculas; y con diversas herramientas y técnicas que facilitan aún más el procedimiento.

Esto ha popularizado la técnica y permitido el diseño de una gran variedad de experimentos, así como su uso en la producción de biológicos de interés comercial. Un elemento aparentemente sencillo, pero de gran importancia para el procedimiento es el contenedor en que se realiza el cultivo.

El cultivo puede realizarse en placas de Petri, placas multipocillos, frascos de Roux  u otros frascos especiales. El material puede ser vidrio o plástico. Debido a los estrictos requerimientos de esterilidad y no-pirogenicidad actuales, se recomienda usar material desechable que en su mayor parte está hecho de polímeros de poliestireno. Este tiene la ventaja de ser ópticamente transparente, de bajo precio, y de poder ser fácilmente modificado para variar las características de la superficie.

Las condiciones de crecimiento de cada línea celular son específicas. Algunas requieren anclarse al sustrato mientras que otras pueden cultivarse en suspensión. Por ello, su contenedor deberá tener distintas características.

Las células anclaje-dependientes deben interactuar con componentes de la matriz extracelular para adherirse a la superficie del contenedor. Para ello, la superficie hidrofóbica del contenedor es tratada para aumentar su hidrofilicidad y generar cargas negativas. En algunos casos es necesario recubrir la superficie con moléculas de la matriz como fibronectina o colágeno.

Para estas células, el crecimiento celular se restringe al área superficial del contenedor. Cuando se necesita cambiar el medio de cultivo, las células deben despegarse del contenedor ya sea de manera mecánica o enzimática. En el primer caso, células con poca adherencia pueden ser disociadas mediante agitación, pipeteando, o mediante raspado. La disociación enzimática se realiza agregando proteasas como tripsina, colagenasa o dispasa.

Otros tipos de células, como las hematopoyéticas, crecen en suspensión. Estas pueden cultivarse en contenedores sin tratamiento específico, y el cambio de medio es más sencillo.

En general, se usan frascos de cultivo para las etapas de propagación, placas cuando se requiere acceso a la superficie de las células y placas multipocillo para trabajar con varias réplicas o en ensayos de cribado.

Al elegir el contenedor para nuestro cultivo, debemos considerar los requerimientos de nuestras células y el volumen aproximado a utilizar, así como el tipo de experimento a realizar. En Fujifilm Wako le ofrecemos diversas opciones en placas de cultivo que incorporan desarrollos tecnológicos que facilitan el trabajo en el laboratorio.

Para cultivos en suspensión, contamos con la serie Prime Surface®. La superficie ha sido tratada con un polímero altamente hidrofílico que inhibe la adhesión de las células, promoviendo la formación de la matriz extracelular y el crecimiento en un solo agregado llamado esferoide. Estos son de especial utilidad en estudios de diferenciación de células madre y de respuesta a fármacos. 

Si se espera realizar cultivos de esferoides a largo plazo, le ofrecemos nuestras microplacas Prime Surface® con rendijas en la mitad superior de cada pocillo. Esto permite el recambio del medio de cultivo sin perturbar los esferoides.

En algunos estudios de interacciones celulares como transporte, migración o invasión, es necesario realizar co-cultivos. Para este experimento le ofrecemos la línea UniWells® para co-cultivos horizontales. Este sistema permite que dos pozos crezcan bajo las mismas condiciones y gracias a la conexión lateral pueden ser visualizados simultáneamente, y facilita el uso de una gran variedad de filtros al tiempo que disminuye el taponamiento de los mismos.

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Bibliografía:

Lavrentieva, A. (2018). Essentials in cell culture. In Cell Culture Technology (pp. 23-48). Springer, Cham.

Tissue Culture (Molecular Biology). What-when-how. http://what-when-how.com/molecular-biology/tissue-culture-molecular-biology/