Las celdas fotovoltaicas o paneles solares son dispositivos electrónicos que transforman la energía luminosa en electricidad. La obtención de energía solar mediante el efecto fotovoltaico requiere materiales semiconductores activos para convertir la luz en electricidad. Existen métodos para preparar derivados de fluorotieno [3,4-b] tiofeno y polímeros fotovoltaicos que contienen ácido 3-bromotiofeno-2-carboxílico como material de partida. Esta ruta sintética proporciona una síntesis más fácil, así como un mayor rendimiento y un producto más puro, que produce resultados superiores a los productos menos puros de otras técnicas. Los materiales resultantes se pueden utilizar en una variedad de aplicaciones y dispositivos fotovoltaicos, especialmente células solares.
Este producto es únicamente para investigación y es utilizado como material de partida para la elaboración de paneles solares.
La creciente ansiedad por la generación de energía nuclear ha llevado a la investigación energética a centrarse en proyectos de generación de energía natural y renovable. La energía solar fotovoltaica ha seguido atrayendo la atención como fuente de energía limpia y renovable. La fabricación de la generación actual de células solares de silicio requiere equipos avanzados para manejar altas temperaturas y entornos de vacío. Estas condiciones requieren operaciones exigentes y complejas que resultan en mayores costos y tiempo de inactividad. La investigación actual se ha centrado en el desarrollo de células solares de base orgánica. Utilizando sustancias orgánicas, las células de próxima generación se pueden fabricar a temperatura ambiente. Aquí se muestran los intermedios que son útiles como materiales para células solares orgánicas de película delgada.