Las toxinas marinas son venenos naturales que poseen los pescados y mariscos que causan intoxicación alimentaria. Las toxinas marinas no solo se encuentran en pescados y mariscos, sino también en microalgas, microorganismos marinos y el plancton, las cuales se acumulan en la cadena alimenticia y provocan intoxicaciones en los seres humanos que las ingieren.
Las ciguatoxinas son compuestos poliéter solubles en lípidos que constan de 13 a 14 anillos fusionados por enlaces éter en una estructura en forma de escalera muy rígida. Son moléculas relativamente termoestables que permanecen tóxicas después de cocinarse y exponerse a condiciones ácidas y básicas suaves. Las ciguatoxinas no dañan a los peces que las transportan, pero son venenosas para los humanos. Son producidas por un tipo de dinoflagelado llamado Gambierdiscus toxicus el cual es consumido por peces que al ser consumidos por humanos puede producir intoxicación. La toxina se acumula generalmente en la piel, la cabeza y en las vísceras de los peces de arrecife como, la barracuda, el mero, el pez ballesta, el pez león, el pargo y el jurel. Los síntomas de la intoxicación por ciguatera incluyen náuseas, diarrea, vómitos, dolor articular y muscular, adormecimiento y hormigueo alrededor de la boca, en las manos y los pies, y producen sensación térmica inversa. Algunas ciguatoxinas reducen el umbral de apertura de los canales de sodio activados por voltaje en las sinapsis del sistema nervioso. La apertura de un canal de sodio provoca la despolarización, que podría causar secuencialmente parálisis y contracción del corazón. Los síntomas pueden empezar dentro de la primera hora después de comer el pescado con ciguatoxina y pueden durar desde pocos días hasta meses.
En FUJIFILM Wako Chemicals ofrecemos una variedad de reactivos y kits relacionados con toxinas marinas, que incluyen ácido okadaico, paritoxina y ciguatoxina.
CTX 1B es el primer kit ELISA en el mundo que detecta CTX1B y 54-deoxyCTX1B en un amplio rango de concentración (0,2-0,0005 ppb).