Intoxicación Alimentaria por Pescados y Mariscos. El Caso de la Ciguatera.

Existen diversos riesgos para la salud al consumir pescados y mariscos. En la mayoría de los casos, la higiene adecuada al manipular y cocer los alimentos elimina los microorganismos patógenos que puedan existir, haciendo los alimentos seguros para su consumo. La ciguatera es una intoxicación generada por toxinas presentes en peces que habitan en los arrecifes de coral, por lo que en este caso la cocción no ayuda a evitarla.

Anteriormente, esta enfermedad era endémica de los trópicos y subtrópicos (en los océanos Índico y Pacífico, así como en el Caribe). Debido al aumento en el comercio de especies de peces tropicales, la ciguatera se ha vuelto un riesgo mayor, considerándose la intoxicación alimentaria por ingestión de alimentos del mar más común a nivel mundial.

La ciguatera se presenta con diversos síntomas: gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea y vómito; neurológicos como hormigueo en labios, manos y pies, dolor muscular y fatiga; y cardiovasculares como taquicardia e hipotensión. El síntoma característico es la inversión de la sensación térmica, es decir, quemadura al tocar objetos fríos y sensación de frio ante objetos calientes. La mortalidad es baja. Los síntomas gastrointestinales suelen resolverse en dos o tres días, mientras que los síntomas neurológicos pueden durar semanas o meses, y presentarse recaídas incluso tras la ingesta de otro tipo de alimentos.

Las ciguatoxinas, sustancias causantes de la ciguatera, son producidas por el metabolismo de los peces a partir de gambierotoxinas. Estas a su vez son producidas por algas (dinoflagelados) que forman parte del fitoplancton de los arrecifes coralinos. Al ser ingeridas por los peces herbívoros, son metabolizadas y se acumulan sin causar daños a su organismo. Los peces más grandes, al alimentarse a su vez de peces ciguatos, acumulan mayores cantidades de toxinas.

Las ciguatoxinas son poliéteres con un esqueleto formado por diversos (13-14) ciclos fusionados. Debido a su lipofilicidad, se almacenan en los tejidos de los peces. Son también notoriamente estables, por lo que ni la cocción de los alimentos ni la exposición a medios ligeramente ácidos o básicos eliminan su toxicidad.

Las ciguatoxinas son inodoras e insípidas, por lo que su detección no es sencilla. Es posible usar bioensayos para su detección, pero estos son semicuantitativos, y no son específicos. Por ello, el uso de inmunoensayos se presenta como una buena alternativa para los programas de monitoreo de seguridad alimentaria. La identificación y cuantificación de las toxinas es llevada a cabo mediante ensayos químicos, como son HPLC acoplada a EM o a un detector de fluorescencia. Estos métodos son también de utilidad como confirmación de los resultados de muestreo rápido.

En Fujifilm Wako apoyamos su investigación en el análisis de alimentos y le ofrecemos los siguientes productos:

Ciguatoxina CTX 1B (038-25801)

Es una toxina que consta de 60 carbonos formando 13 anillos, en la cual el anillo E está formado por 6 carbonos. Es la principal toxina encontrada en los peces piscívoros del Pacífico. Ejerce su efecto sobre los canales de sodio dependientes de voltaje, induciendo potenciales de acción que permiten el flujo de iones de sodio.

Ciguatoxina CTX 3C (030-21581)

CTX-3C pertenece al tipo II de las ciguatoxinas, pues poseen una estructura muy similar, con la diferencia de que el anillo E está formado por 7 carbonos y no hay grupos sustituyentes en el anillo A. Su mecanismo de toxicidad es muy similar al de la CTX 1B. 

Bibliografía

Fundación iO. (s.f.). Ciguatera. https://fundacionio.com/salud-io/enfermedades/ciguatera/

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Lehane, L., & Lewis, R. J. (2000). Ciguatera: recent advances but the risk remains. International journal of food microbiology, 61(2-3), 91-125.

Soliño, L., & Costa, P. R. (2018). Differential toxin profiles of ciguatoxins in marine organisms: Chemistry, fate and global distribution. Toxicon, 150, 124-143.